Museo de Historia Judía

El Museo de Historia Judía de Ámsterdam describe la contribución judía a la vida holandesa en general y a la de Ámsterdam en particular desde la llegada de refugiados judíos a Ámsterdam alrededor de 1600 hasta la ocupación nazi de 1940

Entrada al Museo de Historia JudíaEl Museo de Historia Judía se inauguró en 1987. Forma parte de un complejo de cuatro sinagogas askenazíes unidas por pasarelas de vidrio. La Neie Sioel o Sinagoga Nueva es la mayor de las cuatro. Pero pese a su tamaño, empequeñece al lado de la Esnoga o Sinagoga Portuguesa. Esta sinagoga la erigieron judíos sefardíes refugiados en Ámsterdam tras su expulsión de la Península Ibérica.

A esta primera inmigración de judíos sefardíes le siguió otra oleada de refugiados askenazíes. Los askenazíes eran judíos procedentes de Europa Oriental. Así pues, esta migración de población de origen judío se debió a los progromos realizados durante ese siglo en Europa Oriental.

Evolución de la comunidad judía en Ámsterdam

A su llegada, a los judíos no se les permitía ejercer ciertas profesiones. En especial no se les permitía aquellas que implicaban la necesidad de asociarse a un gremio. Por ello algunos sefardíes se dedicaron a la talla de diamantes, a las artes gráficas o a la venta ambulante. Empero, muchos de ellos se ganaban la vida como obreros y comerciantes de baja cualificación. La comunidad judía tenía una gran ventaja, pues no estaban restringidos a un gueto. Incluso tenían acceso a propiedades inmobiliarias. Esto estaba prohibido  en otras capitales europeas.

En el siglo XVII hubo otra oleada de refugiados askenazíes. Estos huían de los progromos de Europa Central  y Oriental. Así, Ámsterdam se convirtió en el mayor centro judío de Europa. Incluso, llegó a contar con unos diez mil miembros tras la invasión francesa del siglo XIX. Tras esta invasión las restricciones laborales a los judíos se abolieron. Con esta abolición se permitió la prosperidad y la expansión de la comunidad. Esta expansión se rompió tras el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial. Tras ella, de los noventa mil judíos que vivían en Ámsterdam en la década de 1930 apenas lograron sobrevivir 5500. Entre quienes sobrevivieron se encontraba Otto Frank, el padre de Ana Frank. Otto Frank, con esfuerzo y perseverancia, logró fundar el Museo de Ana Frank. En la actualidad, residen en Ámsterdam poco más de veinte mil judíos.

Situación del museo

El Museo de Historia Judía de Ámsterdam se encuentra en Nieuwe Amstelstraat, 1. Está cercano a Waterlooplein. Se puede acceder mediante la línea 14 de tranvía, o la línea 287 de autobús. La estación de Metro de Waterlooplein es la más cercana.  Está abierto de Lunes a Domingo, de 11:00 a 17:00 horas.